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Odontología Consevadora

Su objetivo es mantener cada una de las piezas dentales sanas y en boca. Engloba desde la realización de pequeñas obturaciones, grandes reconstrucciones, coronas, periodoncia, hasta la endodoncia.

Todos y cada uno de estos tratamientos se recomiendan y aplican al paciente con el fin último de preservar sus dientes a lo largo del tiempo.
La odontología conservadora tiene múltiples beneficios, además de ser éticamente la primera opción de tratamiento a recomendar a nuestros pacientes. Entre esos beneficios se encuentran el evitar esos dolores tan molestos que ocurren cuando “nos dejamos la boca”, y el ahorro económico que supone mantener nuestras piezas dentales en lugar de tener que rehabilitarlas con prótesis.
Para nosotras la odontología conservadora es un pilar esencial, y siempre constituye el primer paso a dar con nuestros pacientes. A continuación podéis encontrar una breve descripción de los tratamientos conservadores:

  1. Obturaciones: conocidos como “empastes”, son la primera y más recomendable opción de tratamiento cuando existen caries. Consiste en la eliminación del tejido dental cariado mediante procedimientos mecánicos (turbina y/o contraángulo) mayoritariamente, aunque también puede realizarse con procedimientos químicos en determinados casos (por ejemplo, en niños que no pueden ser tratados con las turbinas).
    Las obturaciones serán de menor o mayor tamaño dependiendo de la cantidad de tejido cariado. Si la obturación es muy profunda, aplicamos materiales que actúan como protectores pulpares, buscando siempre evitar el daño del nervio y con ello la endodoncia.
    Si el tejido dental dañado es muy extenso, el diente en cuestión podrá necesitar una reconstrucción de composite, o quizá una incrustación (la diferencia entre estas dos radica en el tipo de material y el coste), o quizá una corona en último término.
  2. Periodoncia: se encarga del mantenimiento y tratamiento de los tejidos de soporte del diente. Estos son la encía, el hueso y el ligamento periodontal. La periodontitis (o piorrea) es la enfermedad que afecta a estos tejidos, y es fundamental controlar la enfermedad cuanto antes, ya que a mayor pérdida ósea, peor pronóstico.
    Para eliminar el sarro y las bacterias que afectan a encía, hueso y ligamento se emplean tratamientos mecánicos (raspado y alisado radicular) y químicos (tratamientos con geles periodontales específicos que ayudan a eliminar las bacterias y a mantener las bolsas periodontales sin infección).
  3. Endodoncia: se le conoce como “matar el nervio”, y consiste en la extracción de la pulpa dental, que contiene tanto el nervio como los vasos sanguíneos que aportan nutrición al diente. En casos de caries muy extensas que hayan llegado a invadir la cámara pulpar, hay que extraer el tejido pulpar del diente, lo que permite mantener la pieza en boca sin necesidad de extraerla.